—¡Muy generoso de vuestra parte! Han apostado recursos propios, toda su inspiración y mucho tiempo y esfuerzo invertido en esta obra.  Vosotros lo compartís, creo que todos los que lean esta nota irán a Jamendo “corriendo” a hacer una descarga, además de difundirla con sus contactos y regalar buena música  a sus amigos... (Lo habéis leído bien, señores lectores... ¡¡a buscar su descarga!! ¡Apoyen a los muchachos de La Quinta del Sordo! ¡Go, Go, Go!). Hay un trabajo excelente, con ritmo y mucha fuerza. ¿Cómo os sentís con este primer niño?

—Muy cansado y muy a gusto. El disco está teniendo muy buenas críticas, y parece que está gustando mucho. Ahora queda continuar el trabajo y conseguir que sea conocido. Tarea casi tan difícil como parirlo tal y como están las cosas. Y por supuesto, presentarlo en vivo siempre que sea posible y haya alguien interesado en contratarnos...

—Ahora bien, ustedes van por libre, no tienen sello discográfico, pero ya tienen disco. ¿Es complicado seguir adelante sin tener representante o agente que les promueva?

—Mucho. Sobre todo si tenemos en cuenta que, además, no tenemos contactos en este mundillo, y todo lo hacemos a base de esfuerzo y fuerza de voluntad. Aunque tengamos experiencia como músicos, no es lo mismo promover una banda. Es complicado acceder a las personas adecuadas, salvo en casos como vosotros, que sois estupendos, y el hecho de no estar hace difícil que estés. La pescadilla que se muerde la cola.

—El Jazz, el blues... son ritmos que no son de hoy (yo los escuchaba de pequeña y ¡mi abuela también!). Pero hoy en día, ¿capta a la juventud o son los más grandes que gustan de esta música?

—Curiosamente tenemos público de todas las edades. Nuestro público es, preferentemente, de la franja de los treinta para arriba, pero nos ha sorprendido ver que gente muy joven se sorprende al escuchar nuestra música, y que les sirve para conocer nuevos tipos de música. Algún chavalote me ha comentado que ha descubierto a Steve Ray Vaughan o a Muddy Water después de escucharnos a nosotros. ¡¡Eso mola!!